I choose something else, I choose life

Esta es la última entrada del blog, de los tres que tengo porque mi necesidad de hablar, contar, verter y exprimir mi cabeza ha llegado a unos límites que me asustan, es el que menos actualizo y esto tiene como todo una explicación
Empecé este blog pensando que podía tener una vida en compartimentos estancos, mi yo más social, o político, mi yo mas intimo y mi yo feliz con mil planes y mil proyectos nuevos, este espacio lo dejaba libre en este blog. Eso se ha terminado, mi vida no se puede dividir en tantos yoes, esta el mío más externo, con más valor, que no se amedrenta y me ha dado esa fama de ... bueno de muchas cosas, y mi yo más intimo, cagado de miedo desde hace más de un año y dedicado a perderse en mil historias para no afrontar otras mil. Y solo hay esos dos, no existe este tercero.
También empecé este blog con un sentido mucho más práctico, of course, el de ir contando mis preparativos para mi viaje a Londres el 8 de septiembre hasta no se sabe cuando. Tengo los billetes, tengo buscado un apartamento, incluso es probable que tenga un compañero de piso que me habría gustado conocer más, pero no me voy, lo he decidido en parte porque Princesa (mi perrita) no puede volar a Londres hasta enero por problemas burocráticos, y no tengo con quién dejarla ni tampoco ganas de dejarla en ningún sitio.
Así que no me voy a Londres principalmente por esos motivos explicables y realmente porque lo mire por donde lo mire en el fondo era un poco huir, era huir del todo para ser sincera.
Llevo un año o un poco más jugando a cambiar mi vida y en cada paso me he ido metiendo en un lío más gordo, más triste y más incoherente, pero Londres suponía el momento perfecto, daba igual en que punto estuviese mi vida el día 8 de septiembre, yo me metía en ese avión y empezaba de cero, sin cerrar, sin afrontar y sin empezar en el sitio donde todo acabó, y eso es todo menos un principio.

Así que por ahora no, eso no significa que no vaya a ir a Londres, I choose London como mi lugar para vivir al menos un año, eso lo se seguro pero será cuando mi vida sea mía y me guste de nuevo, cuando lo haga todo o lo empiece todo de verdad, y sobre todo cuando sepa que elegir es siempre algo que uno hace consciente sin valorar cuales eran los otros caminos y qué habría pasado.
Estoy segura de que seré capaz y cuando lo haga los que me queréis seguís invitados.